Lo Social como materia del arte

Desde sus inicios, la vida de Rubén Naranjo estuvo asociada al arte. Su padre, Juan de los Ángeles Naranjo, nacido en Rosario en 1896, fue un reconocido pintor, quien desde muy joven, recorrió distintos lugares del mundo, España, Alemania, Francia, África, Estados Unidos y Cuba. Obtuvo distintos premios por sus trabajos, y fue contratado para retratar a importantes figuras. A su regreso a Rosario, se dedicó a la pintura y a una intensa labor docente.

Rubén, emprende un camino similar, estudiando el profesorado de Pintura, en la UNL. Egresa en el año 1958 y desde allí comienza a transitar una vida que en adelante estará guiada por valores muy instaurados orientados a lo social, tanto desde su producción artística, su actividad docente como su militancia.

Podemos diferenciar dos momentos en la producción plástica de Rubén Naranjo. El primero relacionado con sus investigaciones con la pintura, cuando experimenta con texturas y materiales y se desprende de la representación preocupado por la realidad de la materia. Luego la tridimensionalidad del plano del cuadro toma protagonismo hasta independizarse de la pared, para avanzar sobre el espacio en construcciones que lo invaden y entorpecen su recorrido.

Como la manifestación Tucumán Arde, en 1968, que fue para Rubén la experiencia contestataria que lo moviliza, incrementado por una situación social emergente en la que el Grupo de Artistas de Vanguardia venía enfrentándose con un circuito instaurado del arte, privilegiando el sentido ético-político de la obra. 
  

En un segundo momento, el interés por la realidad de la materia se desplazó hacia la realidad social, siendo los conflictos y las luchas de los sectores marginados y de las organizaciones sociales, los materiales que a partir de entonces definirán el universo de Rubén. En esa búsqueda de sentido, practica un activismo entendido como un abanico de prácticas solidarias, basadas en otro tipo de productividad, al margen del sistema artístico y de los partidos políticos constituidos. Rubén es consciente además de que los cambios en la sociedad demandaban nuevas formas de pensar el arte a riesgo de no ser reconocidas como "artísticas".

Dentro de uno de los trabajos más interesantes, por su impacto social y por contextualizarse en tiempos de dictadura militar en el país, es el desarrollado como Diseñador Gráfico en distintas Editoriales e instituciones de Buenos Aires. Sus grabados y dibujos muestran la oscuridad y el temor que rodeaban a la sociedad en esos tiempos.

Rubén también sabe vincular su obra plástica, con la escritura y la realidad social, publicando un libro propio, antologías, y notas periodísticas en distintas revistas y diarios.